Malaquías 3:10

¿Confía usted realmente en Dios?

.La verdad es que mucha gente va a decir que sí, pero va a actuar de otra forma. ¡Y peor todavía, debido a que no confían en Dios, le roban! ¡Mentira! usted dirá, «Nadie va a robar ni desfalcar el dinero de Dios». Pero el mensaje crudo de Dios a su pueblo es: «Me han robado» (Malaquías 3:8). Los registros oficiales demuestran que millones de personas le roban a Dios. ¡Y lo más asombroso es que utilizan el dinero robado para subsidiar su desenfrenado presupuesto! Por otro lado hay muchos que no están conscientes de que están robando a Dios.

Versos Paralelos

La Biblia de las Américas
Traed todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto--dice el SEÑOR de los ejércitos-- si no os abriré las ventanas del cielo, y derramaré para vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Nueva Biblia Latinoamericana
"Traigan todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en Mi casa; y pónganme ahora a prueba en esto;" dice el SEÑOR de los ejércitos "si no les abro las ventanas de los cielos, y derramo para ustedes bendición hasta que sobreabunde.

Reina Valera Gómez
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Reina Valera 1909
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

Biblia Jubileo 2000
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi Casa; y probadme ahora en esto, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y veréis si yo no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que no de abasto.

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Sagradas Escrituras 1569
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi Casa; y probadme ahora en esto, dijo el SEÑOR de los ejércitos, y veréis si yo no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que no de abasto.

Biblia Nueva Traducción Viviente
Traigan todos los diezmos al depósito del templo, para que haya suficiente comida en mi casa. Si lo hacen —dice el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales— les abriré las ventanas de los cielos. ¡Derramaré una bendición tan grande que no tendrán suficiente espacio para guardarla! ¡Inténtenlo! ¡Pónganme a prueba!

Biblia Dios habla hoy Traigan su diezmo al tesoro del templo, y así habrá alimentos en mi casa. Pónganme a prueba en eso, a ver si no les abro las ventanas del cielo para vaciar sobre ustedes la más rica bendición

¿Qué es el "diezmo?

El diezmo es una décima parte del ingreso de una persona. La palabra "diezmo" literalmente significa "décimo". El diezmo le pertenece a Dios. Es de Él. No tengo derecho a quedarme con él. Cuando doy el diezmo, no estoy dando un regalo; simplemente estoy devolviéndole a Dios lo que le pertenece. A menos que le esté dando una décima parte de mi ingreso a Dios, no estoy diezmando.

Traed todos los diezmos al depósito

O "tesoro" porque había lugares en el templo donde se ponía el diezmo, y de allí se distribuía a los sacerdotes y a los levitas, para el sustento de sus familias, según su necesidad.

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Había el diezmo o la décima parte de todas las cosas comestibles que se pagaba a los levitas, y de éste otro diezmo que los levitas pagaban a los sacerdotes; y había otro diezmo, que algunos años los propietarios comían ellos mismos en Jerusalén, y en otros los daban a los pobres; y éstos se llamaban el primer diezmo, el diezmo del diezmo, el segundo diezmo, y el diezmo de los pobres; aunque comúnmente se reducen a tres, y se llaman primero, y segundo, y tercero

``después de haber separado el primer diezmo cada año, separan el segundo diezmo, como se dice "verdaderamente diezmarás todo el producto de tu semilla" ( Deuteronomio 14:22 Deuteronomio 14:23 ) y en el tercer año, y en el sexto, separan el diezmo de los pobres, en lugar del segundo diezmo''.
para que haya comida en mi casa

en el templo, para el sustento de los sacerdotes y levitas: así lo dice el Targum,
el profeta dijo: "Traed todos los diezmos al tesoro, para que haya alimento para los que sirven en la casa de mi santuario".

y probadme ahora en esto, dice el Señor de los ejércitos

trayendo todos sus diezmos; cuando encontraran, al hacer este experimento o prueba, que la maldición sería removida de ellos, y las bendiciones serían amplia y liberalmente otorgadas sobre ellos por él, quien es el Señor de los ejércitos, y tan capaz de cumplir cualquier promesa que haga; y aquí una está implícita, y es la siguiente: si no os abro las ventanas del cielo;

las cuales habían sido cerradas y detenidas, y no dejaban llover sobre su tierra, lo que provocaba una escasez de provisiones entre ellos; pero ahora, al cambiar su conducta, se sugiere que estas ventanas o compuertas se abran, y que la lluvia caiga abundantemente sobre ellos, lo cual sólo podía ser hecho por el Señor mismo; pues la llave de la lluvia es una de las tres llaves, dicen los judíos , que Dios se ha reservado para sí mismo, y nunca la pone en manos de un ministro: y os derrame una bendición:

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dar abundancia de lluvia para hacer fructificar la tierra, y hacer que crezca en gran abundancia, lo cual es una bendición; y no destruir la tierra, y los frutos de ella, como en los tiempos de Noé, cuando se abrieron las ventanas del cielo, y se derramó una maldición sobre la tierra: que [no] habrá espacio suficiente.

Qué significa Malaquías 3:10?

Esta es una de las Escrituras más populares citadas por el llamado "Evangelio de la Prosperidad", a pesar de que no tiene ninguna relación con un creyente moderno. Al igual que con los versículos 8 y 9, toda esta discusión está dirigida a Israel, y dentro del contexto del pacto entre Dios y esa nación. Esas promesas siguen vigentes, pero se aplican en términos literales sólo a los que están bajo ese pacto: Israel.

Este verso, en ningún sentido, implica una garantía de Dios de que aquellos que donen a su causa serán materialmente bendecidos. El principio general es sólido: debemos trabajar por la voluntad de Dios y no por nuestros propios fines (Mateo 6:19-20; 2 Corintios 9:6-12). Sin embargo, Dios no garantiza la riqueza o el éxito al creyente cristiano, bajo ninguna circunstancia.

Esta promesa se remonta a Deuteronomio 28. En ese pasaje, Dios describe una serie de bendiciones (por la obediencia) y maldiciones (por el fracaso) ligadas a la fidelidad de Israel a su pacto con Él. La agricultura antigua era especialmente vulnerable a los insectos y a otros peligros naturales, por lo que la promesa hecha en los versículos 10 y 11 parece referirse específicamente a mantener a raya esos daños.

Lo más probable es que el "almacén" se refiera a una zona concreta del templo utilizada para albergar el grano y otros recursos diezmados (Nehemías 10:38).