¿Quien escribió el libro jonas?
Aunque el libro no identifica a su autor, la tradición lo ha atribuido al profeta mismo, Jonás, hijo de Amitai (1:1), de Gat-hefer (2 Reyes 14:25; ver nota allí) en Zabulón (Josué 19:10,13Sin embargo, en vista de sus tantas similitudes con las narraciones sobre Elías y Eliseo, este puede venir de los mismos círculos proféticos que compusieron los relatos originales sobre aquellos profetas, quizás en el octavo siglo a. C. (ver Introducción a 1 Reyes: Autor, Fuentes y Fecha)
Historia de jonas
En la mitad de siglo durante el cual el profeta Jonás ministró (800-750 a. C.) un evento significante afectó el reino del norte de Israel: El Rey Jeroboam II (793-753) restauró sus fronteras tradicionales, terminando casi un siglo de conflictos esporádicos entre Israel y Damasco.
Jeroboam, bajo la buena providencia de Dios (2 Reyes 14:26-27), lideró la defensa de Damasco frente a Asiria (en la mitad posterior del noveno siglo), la cual derrotó el centro del poder arameo. Previo a ese tiempo, no solo Israel había sido reducida en tamaño, sino que el rey de Damasco había sido capaz de controlar relaciones internas en el reino del norte (2 Reyes 13:7). Sin embargo, luego de la campaña asiria contra Damasco en 797, Joacaz el rey de Israel había sido capaz de recuperar el territorio perdido frente al rey de Damasco (2 Reyes 13:25). Subsecuentemente, problemas internos en Asiria permitieron que Jeroboam completara la restauración de las fronteras del norte de Israel. Sin embargo, Asiria siguió siendo la amenaza real del norte en esta época.
Los profetas del Señor estaban hablando a Israel acerca de estos eventos. Alrededor de 797 a. C. Eliseo habló al rey de Israel con respecto a victorias futuras sobre Damasco (2 Reyes 13:14-19). Unos años después, Jonás profesó la restauración que Jeroboam completó (2 Reyes 14:25). Pero un poco después que Israel había triunfado, comenzó a gozarse en su nuevo poder. Porque estaba aliviada de presiones extranjeras – un alivio que había venido de acuerdo a las palabras motivadoras de Eliseo y Jonás – esta se sintió celosamente complaciente acerca de su estatus favorecido con Dios (Amós 6:1). Esta enfocó su religión en las expectativas del “día del Señor” (Amós 5:18-20), cuando la oscuridad de Dios sumergía a las otras naciones, dejando que Israel se calentara en su luz.
Fue en tal momento que Dios envió a Amós y a Oseas a anunciar a su pueblo de Israel que él no “los toleraría más” (Amós 7:8; 8:2) sino que los enviaría al exilio “más allá de Damasco” (Amós 5:27), por ejemplo, a Asiria (Oseas 9:3; 10:6; 11:5). Durante este tiempo, el Señor también envió a Jonás a Nínive a advertir acerca del peligro inminente del juicio divino.
Al ser Jonás contemporáneo con Amos, ver Introducción a Amós: Fecha y Situación Histórica para detalles adicionales.
Interpretación
Muchos se han preguntado si el libro de Jonás es histórico. El personaje supuestamente legendario de algunos de los eventos (por ejemplo, el episodio involucrando el pez grande) ha causado que se sugieran alternativas al punto de vista tradicional de que el libro es histórico, y contiene narrativa biográfica. Aunque algunas sugerencias específicas que van de historias cortas de ficción a unas alegorías a parábolas, comparten la asunción común de que el relato brotó de la imaginación del autor, a pesar de su mensaje serio y agraciado.
Estas interpretaciones, basadas a menudo en la duda acerca del milagro como tal, descartan rápidamente (1) las similitudes entre la narración de Jonás y otras partes del Antiguo Testamento y (2) la preocupación penetrante de los escritores del Antiguo Testamento, especialmente los profetas para la historia. Ellos también fallan al entender que los narradores del Antiguo Testamento tenían un oído agudo para reconocer la certeza de los eventos pasados en la peregrinación de Israel con la iluminación de Dios en los eventos próximos (de forma de analogía). (Por ejemplo, los eventos cercanos al nacimiento de Moisés iluminan el éxodo, aquellos cercanos al nacimiento de Samuel iluminan la serie de eventos narrados en los libros de Samuel y los ministerios de Moisés y Josué iluminan aquellos de Elías y Eliseo). De forma similar, los profetas reconocían que los futuros eventos que anunciaban podían iluminarse con referencias a eventos análogos del pasado.
Al sobrepasar estas características en la narración del Antiguo Testamento y las profecías, muchos han supuesto que una historia que apenas encaja con el propósito del autor debe ser ficticia.
Por otro lado, debe reconocerse que los narradores bíblicos eran más que historiadores. Ellos recontaban de forma interpretativa el pasado con el propósito desviado de traerlos al presente y futuro. En la muestra de eventos pasados, ellos usaron su material para lograr su propósito de forma efectiva. Sin embargo, la integridad con la cual trataron el pasado no debe ser cuestionada. El libro de Jonás recuenta eventos reales en la vida y ministerio del profeta mismo.
Características del libro
Cuatro aspectos o énfasis principales carecterizan al libro de Jonás:
- Es sólo uno de los dos libros proféticos del Antiguo Testamento escritos por profetas nacidos y criados en el reino del norte, Israel (Oseas es el otro).
- Es una condensada obra maestra de narración en prosa, en la que solo está en verso la oración de acción de gracias de Jonás (2:2-9).
- Está lleno de la actividad sobrenatural de Dios, además de la sincronización providencial de la tormenta y el gran pez, están la calabacera, el gusano, el viento solano y (lo más grande de todo) el arrepentimiento de toda la ciudad de Nínive.
- Contiene el mensaje más claro del Antiguo Testamento de que la gracia salvadora de Dios es para los que son judíos así como para los que no lo son.
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