Versiculos

Mateo 5:24

Presentarse a Dios sin conflictos
Toda ruptura de relaciones afecta nuestra relación con Dios. Por lo tanto, todo problema que tengamos con alguien lo debemos resolver lo antes posible; De lo contrario nuestras oraciones son estorbadas y nuestras ofrendas o adoración, reprobadas por el Padre. Nuestras relaciones con el prójimo son el reflejo de nuestra relación con Dios. Y así la otra parte reaccione negativamente, nuestro deber es librar esa causa delante del Señor bíblicamente.

Versos Paralelos

Mateo 5:24

La Biblia de las Américas
deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Nueva Biblia Latinoamericana
deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Reina Valera Gómez
deja allí tu ofrenda delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.

Reina Valera 1909
Deja allí tu presente delante del altar, y vete, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.

Biblia Jubileo 2000
deja allí tu presente delante del altar, y ve, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.

Sagradas Escrituras 1569
deja allí tu presente delante del altar, y ve, vuelve primero en amistad con tu hermano, y entonces ven y ofrece tu presente.

Explicación de Mateo 5:24

Reconcíliate primero con tu hermano

El propósito principal de ofrecer sacrificios y ofrendas a Dios es para reconciliarnos con El. 2 Cor. 5:20, “en nombre de Cristo os rogamos: ¡Reconciliaos con Dios!”
Pero antes de poder reconciliarnos con Dios tenemos que reconciliarnos con el hermano, porque Dios no acepta el servicio de su hijo que tenga enojo, malicia, amargura en el corazón y esté distanciado de su hermano.
Nuestra relación con Dios depende de nuestra relación con el hermano. 1 Jn. 4:20, “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso; porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto.
Desde luego, todos decimos, “Yo sí amo a mis hermanos”, pero si alguien dice, “Pero yo no aguanto al hermano Fulano y ni siquiera tengo ganas de saludarle bien”, ¿esto es amor?
Esto nos recuerda de 1 Ped. 3:7, “vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva {con vuestras mujeres,} como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
Es pensamiento alarmante que Dios no aceptara nuestra adoración. Como dice Amós 5:22, “Aunque me ofrezcáis holocaustos y vuestras ofrendas de grano, no los aceptaré”.
Sal. 51:17, “Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás”.
En este caso de Mat.5:23, 24, me acerco a Dios para adorar pero me acuerdo que yo he ofendido a mi hermano; él tiene algo contra mí y debo buscarlo para reconciliarme con mi hermano.
Porque Dios no acepta la adoración de hermanos peleados (enajenados, distanciados). ¡Hay que poner lo primero primero!

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“Anda, reconcíliate…”

Jesús no dice, “Espera hasta que tu hermano venga a ti”, sino “anda, reconcíliate con tu hermano”. Debe tomar la iniciativa. Debe buscar a su hermano ofendido y buscar la reconciliación con él.
El pecado que nos separa del hermano también nos separa de Dios. Isa. 59:1, 2. Muchos de estos pecados contra Dios eran injusticias contra sus hermanos.

Enseñanza de Mateo 5:24

La palabra siempre nos orienta para que podamos estar en paz con todas las personas que nos rodean, también para que aprendamos a mantener buenas relaciones interpersonales, para que crezcamos en tolerancia, paciencia, comprensión, respeto, amor y verdad.

Estar en paz no significa que me haré la indiferente ante las malas actitudes de los demás, es aprender a actuar con madurez y hablar con amor y verdad cuando sea necesario.

Todos tenemos personalidades y temperamentos diferentes, cada uno con sus fortalezas y debilidades; lo que nos hace reaccionar de forma diferente a las dificultades que afrontamos.

La razón nos dice que los demás no tienen la culpa de los problemas que nosotros estemos pasando, pero la realidad es diferente; se requiere de mucha madurez, equilibrio y dependencia del Señor, para poder lograr ese autocontrol en nuestras emociones, para no dar malas respuestas a los demás o tener malas actitudes.

Pero este verso nos reta en realidad a tomar la iniciativa para solucionar los malos entendidos y dificultades con las personas que nos rodean.

Me indica buscar a la persona que está molesta conmigo, no es buscar a la persona que me dañó, debo arreglar cuentas con esa persona que está teniendo malas actitudes conmigo, no que yo las tenga para con ella, conversar y poder aclarar las dificultades; si esta persona no cambia de actitud, debo dejarla en manos del Señor, que sea él quien obre en ese corazón y logre transformar sus actitudes y sentimientos hacia mi persona.

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Vídeos de Mateo 5:24

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