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Isaías 9: 6

Isaias 9:6
6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Nuestra fe quiere expresarse racionalmente. Pero nuestra fe no se funde con la razón: es más que la pura razón, es en realidad algo completamente diferente. El pensamiento y el discurso lógicos forman parte de nuestra fe, pero: a diferencia de nuestro entendimiento lógico, nuestra fe también es capaz de mantener unidos esos mensajes y percepciones que en realidad no encajan en absoluto: el cielo de Dios y la tierra del hombre, el "ya" y el "todavía no" del reino de Dios en la tierra o el cumplimiento y la expectativa de las grandes promesas de paz de Dios. Sí, la fe cristiana vive precisamente de este encuentro entre lo celestial y lo terrenal.

Explicación de isaias 9:6

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado: Muy directamente, Isaías está usando la herramienta de la literatura hebrea de la repetición para enfatizar un punto. Un niño nos es nacido, el hijo nos es dado. Al mismo tiempo, reconocemos la mano del Espíritu Santo en el uso específico de las palabras.

 Porque un niño nos es nacido:

Esta gloriosa profecía del nacimiento del Mesías le recuerda a Israel que el Mesías que les traerá la victoria será un hombre. Teóricamente, el Mesías podría haber sido un ángel. O, el Mesías podría haber sido Dios sin humanidad. Pero en la realidad, ninguna de esas dos opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro salvador y sumo sacerdote como Jesús lo es. El niño tenía que ser nacido.

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¡Qué increíble misterio! No hay nada más débil, más incapaz, ni más dependiente que un niño. Teóricamente, el Mesías pudo haber llegado como un hombre adulto, creado como un adulto tal y como Adán fue creado. Pero para que Jesús se identificara completamente con la humanidad, y para demostrar en su vida la naturaleza de servicio que está en Dios, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres (Filipenses 2:7).

Hijo nos es dado:

Este niño sería un hombre, pero más que un hombre. Él también es el eterno hijo de Dios, la segunda persona de la trinidad. Teóricamente, el Mesías no tenía que ser Dios. Pudo haber sido un ángel sin pecado, o simplemente un hombre perfecto como Adán. Pero en realidad, ninguna de esas dos opciones hubiera calificado al Mesías para ser nuestro salvador y sumo sacerdote como Jesús lo es. El hijo tenía que ser dado.

Y se llamará su nombre:

La idea es que estos no serán literalmente nombres del Mesías. En su lugar, estos son aspectos de su carácter, describen quien es Él y que es lo que vino a hacer.

“En semántica, un nombre no solo identifica o distingue a una persona, expresa la verdadera naturaleza de su ser.” “Esto debería ser considerado de forma más cuidadosa, porque la gran mayoría de los hombres están satisfechos con su puro nombre, y no miran su poder y energía, a pesar de que eso debería ser mayormente considerado.”

El Mesías es admirable:

La gloria de quien es él y lo que ha hecho por nosotros nos debería de llenar de admiración. Tú nunca vas a poder mirar realmente a Jesús tal cual es, conocerlo completamente, y estar aburrido. ¡Él es admirable, y llenara tu mente y corazón con admiración.

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El Mesías es nuestro consejero:

Jesús es el único apropiado para guiar nuestras vidas, y debería ser el recurso inmediato de todo cristiano como consejero. Jesús puede ayudarte con tus problemas. Él puede usar las palabras y la presencia de otros cristianos, pero Jesús es nuestro consejero.

El Mesías es el padre eterno:

la idea en estas palabras hebreas es que Jesús es la fuente o el autor de toda la eternidad, que Él es el Creador mismo. No significa que Jesús mismo es la persona del Padre en la trinidad.

El Mesías es el Príncipe de paz:

Él es que hace la paz, especialmente entre Dios y los hombres.

Conclusión

A lo largo de la historia han nacido millones de personas y entre ellas algunas han impactado la historia del mundo; pero ninguna de ellas ha sido tan extraordinaria como el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros decimos que el nacimiento de Jesús es extraordinario por al menos tres razones increíbles:

  1. El nacimiento de Jesús es extraordinario porque fue anunciado desde inicios de la misma creación humana,  (Génesis 3:15; Génesis 22:18; 2 Samuel 7:12,16; Isaías 7:14).
  2. El nacimiento de Jesús  es extraordinario porque el niño fue concebido sobrenaturalmente, (Lucas 1:34-35).
  3. El nacimiento de Jesús es extraordinario porque ese niño llamado Jesús vino a salvarnos de nuestros pecados, (Mateo 1:18-21).

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