Comienzo del Adviento
El Adviento comienza siempre el domingo más cercano al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre, la Nochebuena.
Del latín adventum, la palabra "advenimiento" significa llegada, y en este caso se refiere a la llegada de Jesús al mundo.
Temporada de Adviento
El tiempo de Adviento va del 28 de noviembre al 24 de diciembre de 2021.
Los domingos de Adviento se llaman 1º, 2º, 3º y 4º de Adviento. Este tiempo previo a la Navidad es la primera estación del calendario litúrgico. Es un tiempo de espera y esperanza de la llegada de Cristo.
Las dos primeras semanas de Adviento están destinadas a preparar la llegada de Jesucristo, y las dos últimas semanas de Adviento están destinadas a preparar la celebración de la Navidad.
Dos características de esta época
Las dos últimas semanas, del 14 al 24 de diciembre, están especialmente destinadas a preparar la celebración de la Navidad, la primera venida de Jesús entre nosotros. En las dos primeras semanas, nuestra expectación se centra en la definitiva y gloriosa segunda venida de Jesucristo, Salvador y Señor de la historia, al final de los tiempos. Por eso, el tiempo de Adviento es un tiempo de piadosa y alegre espera.
Origen
Se dice que el Adviento comenzó en varios lugares del mundo entre los siglos IV y VII como preparación para la fiesta de Navidad. A finales del siglo IV en la Galia (actual Francia) y en España tenía un carácter ascético con ayuno, abstinencia y una duración de 6 semanas como en la Cuaresma (Cuaresma de San Martín). Este carácter ascético de la preparación de la Navidad se debía a la preparación de los catecúmenos para el bautismo en la fiesta de la Epifanía. Sólo a finales del siglo VII, en Roma, se añade el aspecto escatológico del Adviento, recordando la segunda venida del Señor, y se celebra durante 5 domingos.
Sólo después de la reforma litúrgica se empezó a celebrar el Adviento en sus dos aspectos: la venida definitiva del Señor y la preparación de la Navidad, manteniendo la tradición de las 4 semanas. La Iglesia comprendió que no podía celebrar la liturgia sin tener en cuenta su esencial dimensión escatológica.
Las figuras del Adviento
ISAIAH
Es el profeta que, en los tiempos difíciles del exilio del pueblo elegido, trajo consuelo y esperanza. En la segunda parte de su libro, capítulos 40 - 55 (Libro de la Consolación), anuncia la liberación, habla de un nuevo y glorioso éxodo y de la creación de una nueva Jerusalén, reviviendo así a los exiliados.
Los principales pasajes de este libro se proclaman durante el tiempo de Adviento en un anuncio perenne de esperanza para los hombres de todos los tiempos.
JUAN BATISTA
Es el último de los profetas y, según el propio Jesús, "más que un profeta", "el mayor de los nacidos de mujer". El mensajero que vino antes que Él para preparar el camino, anunciando su venida (cf. Lc 7,26-28), predicando la conversión del pueblo, mediante el conocimiento de la salvación y el perdón de los pecados (Lc 1,76ss).
La figura de Juan el Bautista, siendo el precursor del Señor y señalándolo como una presencia ya establecida entre el pueblo, encarna todo el espíritu del Adviento; por eso ocupa un gran lugar en la liturgia de este tiempo, especialmente en el segundo y tercer domingo.
Juan el Bautista es el modelo de los consagrados a Dios que, en el mundo de hoy, también están llamados a ser profetas y profecías del reino, voces en el desierto y en el camino que apunta al Señor, permitiendo en sus propias vidas el crecimiento de Jesús y la disminución de sí mismos, llevando a la gente a su vez a despertar del letargo del pecado.
MARÍA
No hay mejor manera de vivir el Adviento que uniéndose a María como madre, embarazada de Jesús y esperando su nacimiento. Así como Dios necesitó el sí de María, hoy también necesita nuestro sí para nacer y manifestarse en el mundo. Así como María se "preparó" para el nacimiento de Jesús, comenzando por la renuncia y el cambio de sus planes personales para toda su vida, nosotros necesitamos prepararnos para experimentar su nacimiento en nosotros y en el mundo, también en una disposición de "Hágase en mí según tu Palabra" (Lc 1,38), permitiendo una conversión de nuestra forma de pensar, de nuestra mentalidad, de nuestra forma de vivir, de actuar, etc.
En María, encontramos cumplida la expectativa mesiánica de todo el Antiguo Testamento.
JOSÉ
En los textos bíblicos de Adviento destaca José, el marido de María, el hombre justo y humilde que acepta la misión de ser el padre adoptivo de Jesús. Al ser de la semilla de David y padre legal de Jesús, José ocupa un lugar especial en la encarnación, permitiendo que el título mesiánico "Hijo de David" se cumpla en Jesús.
José es, justamente por su fe, un modelo de fe para los que quieren entrar en diálogo y comunión con Dios.
Vídeos de ¿Cuando empieza el adviento?
https://www.youtube.com/watch?v=tjirx3Pf30s
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